sábado, 14 de junio de 2008

Todos se encargan de hacer llover mierda, pero los paragüas se los exigen solamente a uno.

Esto es injusto, todo lo es. Nadie baja el pie del acelerador, pero el discurso es de los más hipócrita que se pueda decir: "El gobierno tiene que solucionarlo, hay que dialogar". Parecen olvidar que el quilombo lo hacen todos.

Nada se soluciona si alguna de las partes no quiere, el diálogo es una mentira: no hay nada de que hablar si ambas partes se pelean por lo mismo y por lo tanto saben de antemano que alguna va a quedarse sin el premio.

Pero igual, "hay que dialogar" dice el discurso preponderante de la opinión pública.

Hay impericia gubernamental en dejar tantos frentes abiertos y no tener resto para enfrentarlo; no puede ser que una cartera de diez lucas sirva para revivir a personajes y partidos nefastos que salen con comunicados y minutos al aire mientras los administradores de esos espacios los escuchan como si estuvieran frente a un estadista de fuste.

Me da bronca que por idiotas y mezquinos se estén regalando a lo peor de nuestra historia. Porque estos K flojean en muchas cosas, pero yo no creo que cuanto peor, mejor. Se habla de respeto por la Constitución, pero de beneficios para los trabajadores no se discute nada, la conciencia de clase sigue durmiendo una triste y larga siesta.

Buenas noches, y como decía el Indio: No nos olvidemos de nosotros.

viernes, 13 de junio de 2008

Lo que no se ve igual existe

La cosa sigue complicada, la conciencia colectiva está tensa y suceptible, si alguien hace algo parece que la respuesta es una y media. El culpable es el otro.

Creo que uno de los grandes avances (no siempre respetados) de la humanidad fue entender que mañana el otro va a seguir ahí. Tal vez sea hasta como para decir que recién luego de comprender este precepto podemos afirmar que somos civilizados. Algo habrá en el ambiente, en el aire, en nuestros genes o en las relaciones sociales, pero siempre aparecen otros y por más poder, por más lucha y por más recursos que se empleen, mañana el otro va a seguir ahí.

Una de las más trascendentes ideas de los últimos dos siglos de nuestra cultura fue la que propuso que no hubiera más otros pero (acá está la gran diferencia) porque todos somos y deberíamos ser iguales; algunos seguimos creyendo en ella e intentando con suerte esquiva lograrlo...

(Pero) Por ahora lo mejorcito que se inventó y consensuadamente se utiliza para convivir es la democracia liberal. La democracia se realiza en las urnas antes que en los blogs y foros de internet. Escucho a muchos por estos días que parecieran -conciente o inconcientemente- ignorarlo.

Aguante las asambleas, los foros de debate y las concentraciones, pero no nos olvidemos de la parcialidad inherente de ellas, por definición siempre hay un recorte, estas formas de participación no pueden ser universales como una elección. No se deben sacar conclusiones terminantes de esas situaciones. Porque mañana el otro -el que no quiso ir, no quiso entrar, no se enteró, está en contra o lo que fuera- va a seguir ahí.

Y va a tener tanto derecho como nosotros a intentarnos explicar las cosas de acuerdo a su manera de entenderlas. Y tal vez nos demos cuenta que tenía más razón que nosotros.
Porque somos civilizados y no somos necios.